Mas propaganda

Los anuncios de la tele son larguísismos. Casi no veo la tele, pero cuando mi hijo lo hace, chillo y pataleo para que les ponga "mute". Me chocan.

Aunque aún me cae mas gordo las llamadas por teléfono, de partidos políticos. Grabaciones, por supuesto, que igual te interrumepen cualquier día a las cuatro de la tarde, como un domingo a las siete de la mañana (Grrrrrr!), para que una ·$%&/ voz grabada te diga "soy tu amiga fulan...". Ni me espero a oir el nombre completo. Del pri y del pan me han tocado, y mi hijo dice que una que contesto él era del prd.

Según el artículo 16 de la Constitución "nadie será molestado en su casa o en su persona..."

Gastan millonadas en molestar a la gente en su casa, inconstitucionalmente (en realidad no sé si las llamadas por teléfono cuentan como infracción a esta ley - quedarían automáticamente incluidas todas las compañías de telemarketing - ?). Y los del pri además llaman dizque para hacerle a uno un encuesta, que es pura propaganda mal difrazada. Ya contesté su encuesta - caí la primera vez - y como dije claramente que no pensaba votar por ellos, no dejan de llamar.

Lei en algún lado como la cuestión electoral cada vez es mas marketing y menos propuestas reales. Los candidatos "se venden" (o al menos se anuncian) igual que los refrescos, los chicles, y la comida chatarra (y son igual de útiles...). Esta tendencia empezó en estados unidos (si, con minúscula por inventar tantas chin... no me importa que sea nombre propio), y se ha extendido rápidamente (como la comida chatarrra y los mc donalds). En el periódico, en su momento, leí que la campaña de schwatzenegger (o como se escriba) estaba específicamente planeada para que hablara en público lo menos posible, porque los del marketing en cuestión temían el efecto que tendría su fuerte acento y su poca habilidad para hablar frases largas (y es un actor...!). 

Y ganó. 

Que lejanos aquellos tiempos en que los políticos eran buenos oradores, que debían convencer a fuerza de palabras y argumentos -aunque fueran retorcidos, mínimo aseguraba una cierta claridad de ideas y organización -  ¡caray, aseguraba que tenían ideas! -. Ahora lo que importa es que sean "caritas" y se vean bien en las fotos para los millones de carteles que pegan por todos lados y tanto afean y ensucian - lo mas parecido que se pueda a actores de telenovela, tanto mejor.

Ninguno tiene propuestas. Uno del pan, aqui en la baja, tiene un anuncio en donde lo único que hacen es pasar persona tras persona tratando de pronunciar su enrevesado y extrajero apellido, y al final uno dice "como quiera que lo pronuncies, vota por él".

Yo le digo Frankestein, y no pienso votar por él.

Luego llegó otro del prd a dejar propaganda en mi casa - hasta estampitas para el carro me dieron, como si fuera a horrorificar mi coche con ellas; lo único que pude fue pensar en cuanto dinero se fue en imprimir todas estas calcomanías plásticas, la mayor parte de las cuales terminarán en a basura - suspiro...

En fin, decía que vinieron a dejarme propaganda, y el repartidor de volantes dijo "son las propuestas de nuestro candidato". Y la escéptica y cínica que vive en mi de inmediato pensó "¿deveras?" (imagínenselo con tono de incredulidad). Y abrí el folleto y encontré las dichas estampitas, calendarios de esos tamaño tarjeta - dos, pa´que amarre, supongo - y suficiente texto para llenar quizá un cuarto de página, si estuviera escrito a renglón seguido. Y lo que el texto decía es "Yo" - nombre del candidato, que no recuerdo - "he vivido en la baja toda mi vida, soy lindo, honesto, honrado, buen papá, buena mamá, en mi rancho me conocen, vayan y pregunten por mi. Sé que la gente de este pueblo merece lo mejor y que los niños de las escuelas necesitan zapatos..." Y asi. Se echa flores, y luego sale con dos o tres frases incoherentes, que no son propuestas, y de hecho no llegan ni a promesas. Es lo mismo con todos los candidatos. La propaganda dice cosas como "Necesitamos mejores escuelas", "Zapatos para los estudiantes", "Faroles para las calles", "Becas para los niños", etc., que no son propuestas de gobierno, ni de leyes, ni de uso del presupuesto, ni de como mejorar de verdad la educación, la seguridad, el cumplimiento de las leyes, ni niguna otra cosa.

No hay a quien irle, pero hay que votar. Y entre medio, nomás pasen las elecciones, le tengo echado el ojo a una mampara que colgaron de un poste en la esquina de mi calle, con una lona plastificada que tiene el tamaño apropiado como para hacerle con ella una casa a mi perro. Mínimo que sirva de algo.