Monday, November 12, 2012

Querétaro me pone mal.
La ciudad no es fea. El centro está lleno de edificios coloniales y no me canso de admirar la arquitectura. A mucha gente no le gusta como arreglaron el centro. La mayoría de los edificios coloniales son ahora antros, restaurantes, y tiendas/oficinas varias. A muchos ya no se puede entrar. Pero yo los recuerdo, dilapidados, cayéndose, descuidados y sucios. Cualquiera se podía meter - y cualquiera lo hacía. Yo  me metía  a tomar fotos, pero otros se metían a beber, y dejar las esquinas "perfumadas"... Un día se me ocurrió subir por la escalera de un edificio con ventanas al callejón libertad, y casi me mato, porque se deshacían las escaleras debajo de mi. Quería sacar fotos desde arriba de las bugambilias que crecían de un lado al otro del callejón. No pude porque el piso de las habitaciones se estaba cayendo y la neta me dió miedito. Volví a  bajar con la espalda contra la pared, estilo Indiana Jones, y cruzando los dedos para que no se me viniera el edificio encima. No me hace feliz que los edificios sean ahora propiedad privada y que ya no pueda uno entrar, y seguro algunas de las renovaciones son una salvajada, como lo que hicieron con la casona de los cinco patios, pero me alegra, me alivia y me da gusto que alguien se haya preocupado por recuperarlos, bien que mal, y que los valoren, y uno pueda disfrutar, aunque sea, de las fachadas.
Lo que no me gusta, nada, nada, nada, es lo que hacen con las calles. Quien quiera que sea que "organiza" la vialidad en Querétaro, está idiota y además sufrió una lobotomía frontal como a los cinco años. Ahora están "arreglando" la vialidad del Bulevard Quintana, a la altura de los arcos. He pasado por ahi, de ida y de venida, por arriba y por abajo, y por más que me quemo el coco no entiendo como se supone que la circulación va a quedar mejor. De por mientras cerraron los retornos, y me temo que lo vuelvan permanente. Es un desmadre; el tráfico ahí no ha mejorado, pero si lograron empeorarlo en todas las calles de alrededor, a varios kilómetros de distancia, porque ahora resulta que si vienes circulando por el bulevard en una dirección, y tu casa - o tu chamba - está del otro lado del dichoso bulevard, tienes que avanzar tres, cinco o diez kilómetros hasta el punto - horriblemente congestionado - donde por fin puedes dar vuelta y devolverte los mismos cinco o diez kilómetros. Yo lo hago todas las mañanas para ir a trabajar.
Además, tienen fobia a las vueltas a la izquierda. Hay montones de letreros de "vuelta a la izquierda prohibida". Y un día di vuelta a la izquierda en una avenida, despues de fijarme muy bien que no hubiera un letrero de prohibido ¡y de todos modos me paró un policía! Y me salió con que TODAS las vueltas a la izquierda están prohibidas, a menos que el semáforo tenga la correspondiente flecha. Me para de los pelos y me purga el hígado. Si va uno avanzando por la avenida Zaragoza, y se te pasa la calle en la que ibas a dar vuelta (que no es difícil, en parte por los camiones que se atraviesan "cafre-mente", y en parte porque aún no me acuerdo bien de las calles), pues resulta que hay que seguirse casi hasta el final de la avenida para el siguiente retorno. Son como tres kilómetros. Me jalaba de los pelos. Los queretanos son ultra-groseros para manejar. Nunca te dan el paso, no dan el paso a peatones tampoco, se te cierran como bisontes en estampida,  no dan chanza de dar vuelta ni de cambiarte de carril, se dan vuelta (a la derecha por supuesto) de trancazo desde tres carriles a la izquierda sin siquiera poner la direccional, y si vas muy lento para su gusto (yo siempre voy muy lento, porque no me gusta pasarme y tener que dar vuelta hasta casa de la ...), te la mientan desde atrás con el claxon, y de viva voz cuando logran rebasar. Al principio me ponía de malas, pero después de pensarlo un poco, y viendo lo incoherente que es la circulación de la ciudad, creo que entiendo un poco porque son así - o al menos ya no me sorprende. Lo único bueno que ha hecho la autoridad de tráfico en Quéretaro, ha sido sacar a los camiones de las avenidas Juárez y Corregidora centro (entre Zaragoza y Constituyentes). Eso si fué inspiración divina.
Vivimos en un departamento con muchos inconveniente - como por ejemplo que la puerta del baño no cierra porque se atora con la taza (??? ¿Quién diseñó esto?) pero mas o menos céntrico, y aunque aqui no puedo sembrar plantitas (no hay espacio - ni patio) si podemos ir al centro caminando. Me gusta ir al centro caminando. Y es buen ejercicio. Y lo hacemos seguido porque la clase de inglés de mi hijo está en el centro. También hay muchas casas de cultura. No he podido "colocar" mi taller de origami - aqui todo es mas formal, hay que entregar plan de trabajo y tener diez años de experiencia y permiso firmado de tu abuelita - pero mi chamaco está en un taller de teatro, y yo, por ponerme a hacer algo mientras lo espero, me metí a uno de baile latino. Me divierto una barbaridad; somos puras "viejas", es decir, puras mujeres (puras chavitas en realidad; la única vieja soy yo). Me saca de onda que me hablen de usted ¡hasta la maestra del taller! pero me divierto mucho; casi hasta estoy aprendiendo a bailar.