Monday, February 15, 2010

¿Por qué yo? - otra vez

Ya estoy sin chamba otra vez. Trato de verlo positivamente (???) y pensar en todas esas cosas que siempre deja uno para después, porque está uno muy ocupado, y que ahora tendré tiempo de hacer…

Preferiría estar muy ocupada. Pero dado que eso no es posible…

En algún lugar leí que los (¿las?) académicos femeninos generalmente publican la mayor parte de sus trabajos después de los 40 (en los hombres sucede al revés); esto aparentemente está ligado con el hecho de que a esa edad sus hijos ya son mas independientes (y supongo que ganan suficiente como para pagarle a otra mujer para que se ocupe de los quehaceres).

No me imagino publicando nada de aquí a tres años, porque al paso que voy, ni sé si tendré trabajo dentro de seis meses.

La incertidumbre, y el peso de la responsabilidad me aplastan. ¿Por qué tiene que ser todo tan difícil? Es una pregunta sin respuesta, y de hecho más bien estúpida. Hoy estuve leyendo sobre Ciudad Juárez; y sobre Haití. Si yo me angustio por el futuro, cuanto peor ha de ser vivir angustiado por el presente…

Empecé este texto con una idea en específico que quería expresar; pero le estoy ayudando a mi hijo a hacer la tarea, y entre una división y un ángulo se me fue la idea.

Supongo que la luz de las circunstancias, casi debo agradecer esta oportunidad de pasar mas tiempo con él, pues llevo casi nueve años dejándolo para después… Ese mañana que me angustia todavía no existe, pero creo que debo agradecer que el hoy no haya traído narcos ni terremotos.

Que raro se me hace tratar de pensar positivo – y aun mas raro lograrlo, así sea a medias y con mis dudas.

Monday, February 01, 2010

Ciclo Vital

Se aproxima un nuevo semestre. Para mí, eso implica quedarme sin trabajo otra vez.

Tengo por ahí, flotantes, un par de promesas de trabajos buenos, para el próximo año escolar – osea, julio / agosto. Nada para este semestre (y los otros son solo posibilidades, nótese, nada seguro).

Estoy prácticamente desempleada, puesto que mi contrato con la universidad termina el 15 de febrero y tal como van las cosas, creo que no me van a ocupar el siguiente semestre (solo se abre un grupo, no dos, así que se queda con la materia el otro maestro, que tiene mas tiempo que yo).


Debería estar angustiada y preocupada, y lo estoy, pero no tanto. No sé porque, pero creo que agoté mi capacidad de angustia cuando me regresé a La Paz y de repente descubrí que el trabajo que tenía “seguro” no era tal. O tal vez estoy ya tan desilusionada de la vida que ya no me queda energía ni para angustiarme.

Me siento tan fracasada… En los últimos días me ha dado por pensar en lo que yo esperaba y quería de la vida – lo que esperaba lograr, o como me imaginaba que seria mi vida – y la verdad es que no he logrado nada de lo que me había imaginado.

NADA.


Leí alguna vez sobre un portal – la entrada la infierno, o algo así- que tenía un letrero en la parte superior que decía algo así como: “quien pase por aquí abandone toda esperanza”. Creo que he llegado a ese portal y lo he cruzado. No he logrado lo que quería – de hecho no he logrado absolutamente nada – y lo que logre de ahora en adelante no tendrá conexión alguna con lo que yo quería originalmente. Me deprime y me hace sentir vacía. Y creo que la única ventaja es que cuando no tienes nada, ya nada te pueden quitar. Creo que uno se desilusiona – de la vida, del trabajo, de la pareja, de lo que sea – por tener expectativas irreales. Y de algún modo siento que he quedado vacunada. Ya no tengo expectativas irreales, porque en realidad ya he fracasado en todo lo que esperaba con ilusión. Antes era cínica por fuera, y guardaba esperanza e ilusiones en mi corazón, solo que tenía miedo de que me lastimaran. Ahora soy amable por fuera, y amarga y cínica por dentro, y no me quedan mas ilusiones que se puedan romper. Supongo que a eso se le llama madurar. Y luego de madurar, por supuesto, lo único que te queda es pudrirte. Ciclo vital, le llaman en los libros de ecología.