Tuesday, November 17, 2009

Los Puentes

Frente a Plaza La Paz (osea, donde está el Soriana), pusieron dos puentes peatonales. Uno sobre Forjadores y otro sobre Colosio (que son avenidas perpendiculares entre si, con mucho tráfico).

Ninguno de los dos sirve.
El de Colosio es de rampa. La rampa está larguísima (dá tres vueltas sobre si misma), y no he visto a nadie subirla (pero creo que el puente ya está abierto, aunque se tardaron lo suyo para completarlo).
El otro puente es aun mas interesante. Son simples escaleras de cada lado. Lo terminaron primero que el otro (hace como un mes, de hecho). Aun está cerrado. Y quiero decir cerrado. Tiene unos pedazos de lámina amarrados al frente de cada escalera, de modo que no se puede usar ¿por qué? ¿Para qué hacer un puente peatonal, y cerrarlo a los peatones?

Tengo varias teorías:

Están esperando a que Calderón venga a inagurarlo (es el segundo puente peatonal en existencia en esta ciudad - todo un evento !!!???)

No es un puente, es un adorno navideño. El "puente" tiene en la parte superior, en vez de un techito para el sol, una especie de soporte que sube, triangular en corte transversal, hecho de tubos, y que sospecho está ahi para sostener un Chancho Clos gigante, con todo y trineo y renos (gigantes también, pa´que se vean bien bien desde lejos). Las escaleras que uno creería, inocentemente, son para que la gente pase la calle sin que la planchen, en realidad están ahi para que los trabajadores del municipio puedan poner los renos y el trineo sin daño a su integridad física (supongo que los personajes estarán siendo construidos en el mismo taller en que hacen los carros alegóricos para el carnaval).

No han abierto el puente porque no quieren que se suiciden tirandose de ahi los desempleados de la crisis (estorbarían el trafico vehicular).

No es un puente, es el inicio de un pasaje comercial elevado (ya que en el solar donde está Soriana, Telcel, Burguer King, Dorian´s-ahora-Sears, Cinepolis, Office Max, City Club, Coppel y diversos changarritos, com se podrán imaginar, ya no cabe otro alfiler). Esta opción me parece poco viable, sin embargo. Dada la hue... flojera con que el paceño promedio se conduce por la calle, dudo que suban escaleras para comprar algo, lo que sea (a menos que tenga el aire acondicionado a 15 grados en verano - como suele suceder).

Visita a Cabo San Lucas
Tuve que ir a Cabo. En algun escrito anterior mencioné que a la entrada de la ciudad habían pintado sendas franjas amarillas y puesto letreros que avisaban de un tope (reductor de velocidad, decía), pero que el dicho tope brillaba por su ausencia.
Pues bueno, ya pusieron el tope. Justo sobre la franja amarilla, así que ya no hay señal alguna que lo marque (los letreros debieron evaporarse, supongo, o algo asi, porque ya no están).
Es decir, que en Cabo San Lucas o hay señalización de tope o hay tope pero no los dos. Parecen ser mutuamente excluyentes.
Ni siquiera puedo empezar a imaginar porque. ¡No! esperen, si se me ocurre algo. Quizá la autoridades del municipio creen que las señales de tráfico son para que no se equivoquen de lugar los trabajadores que van a poner el tope. Esto explica porque además de poner el tope sobre la raya amarilla, quitaron los letreros. Con mucha conciencia ecológica, los están re-utilizando para señalar el sitio de algún otro futuro tope.

Como me alegro de haberme mudado a La Paz.

Tuesday, November 03, 2009

La Paz, BCS

Vivir en La Paz

Me he vuelto a conectar al universo. Es decir, ya tengo Internet en casa.

Mucho ha pasado en La Paz, y también en mi vida, desde que regrese a este ‘puerto de ilusión’.
Los nuevos comienzos (valga la redundancia) son amargos, mas cuanto eran altas mis expectativas iniciales. Por suerte para mi el trago amargo parece estar endulzándose un poco, y las cosas empiezan a mejorar. Prueba de ello es que ya tengo Internet.

La Paz es:

Un calor que te aplasta contra las banquetas en verano y no quieres ir ni a la tiendita de la esquina.

Una lluvias torrenciales que debemos agradecer al cambio climático global (porque no llovía así hace 15 años ni mucho menos hace 20); las calles se convierten en ríos, que ocultan hoyancos traicioneros que amenazan con trozar tus llantas y sus ejes.

Una nube de ‘bobitos’ (mosquitos pequeñitos que no pican pero como fastidian) esperando y acechando para caerte encima en cuanto das un paso fuera de tu casa.

Puestos de hot-dogs. No hay muchos en la colonia donde vivo, pero hay mas que en cabo – y están mas buenos.

Amistades. Aquí si conozco a mas gente, aunque no sean docenas y docenas.

Paisajes preciosos, lunas hermosas, cerros verdes (de nuevo, las lluvias…).

Y por fin, rentar una casa que es casa y no una caja de concreto que pasa por vivienda y es peor que un corral para conejos.

Finalmente, la determinación de ya quedarme aquí, como sea y de alguna forma, que se traduce inicialmente, en contratar teléfono y actualizar mi dirección en el IFE, por primera vez en los últimos cinco años.