Tuesday, November 19, 2013

Como el "trabajo colaborativo" ha resuelto mi vida (o eso espero)

Pues resulta que tenía que terminar un curso online sobre trabajo colaborativo, de los que son voluntariamente a fuerzas en la chamba.

No está mal el curso, para un neófito; como yo llevo ya rato haciendo trabajar a mis alumnos en equipo, y calificando con rúbricas, pues se me hizo fácil, y lo terminé rápido. Y entonces se me ocurrió, mientras salía caminando del centro de cómputo, que lo único que tengo que hacer para que mis alumnos sean felices, la clase sea fácil, y todo mundo piense que mi clase es muy "moderna", es arreglarmelas para que la mayor parte de los contenidos se realizen con trabajo colaborativo y que los alumnos se autocalifiquen con rúbricas (porque siempre se ponen buena calificación). Los chavos serán felices, las papás serán felices, la dirección de la escuela será feliz, yo me angustiaré menos (y me divertiré mas, porque verlos trabajar en equipo es divertido, y uno no se gasta la garganta). No sé si aprenderán algo; personalmente creo que el aprendizaje colaborativo es quizá mas efectivo en que el conocimiento les dura mas tiempo en la cabeza, pero también toma mas tiempo de trabajo, y cuando llegan a una conclusión errónea no hay quien se las quite - así de duradero es. El problema del tiempo es importante: las clases son cada vez más cortas (eran de una hora, ahora son de 50 minutos, y en otras escuelas de 40!). Un trabajo colaborativo bien planeado y bien realizado se lleva casi 15 minutos nomás en la explicación (debe quedar bien claro quién va  hacer qué, cual es la responsabilidad personal, cual la del equipo, cuales son los objetivos y cómo se va a evaluar, antes de empezar; y si además les deja uno que ellos hagan los equipos se tardan aún mas). Las clases se han acortado porque hay estudios que muestran que unos 45 minutos es el tiempo máximo en que se mantiene la atención - ¡PERO CUANDO ES UNA CLASE CENTRADA EN EL PROFESOR!

Asi que es como tener dos perros peleandose por un trapo: jalan en direcciones opuestas y al final el trapo se rompe. Igual pasó con las clases: las acortaron por aquello del "span" de atención, pero te piden aprendizaje colaborativo - que requiere mas tiempo en vez de menos.

En fin. Como decía mas arriba, me resolverá la vida (!) porque los pondré a trabajar en equipo todo el tiempo (asi se copian las respuestas y todos las tienen bien - o igual de mal, lo que me da pie para hacer curva) y mejor aún, los haré autocalificarse (carecen por completo de autocrítica, y siempre se ponen buenas calificaciones, hasta por trabajos que no le aceptaría ni a un niño de primaria). Y todos serán felices. A lo mejor hasta yo seré feliz, luego me hago consultor particular y podré cobrar una lana por decirle a otros como hacer equipos y rúbricas.

Wednesday, November 13, 2013

Transtorno por deficit de atención Versus vil aburrimiento

Hace poco en alguna u otra página de internet vi el comentario de alguna señora especialista en niños - o en transtornos de aprendizaje - o algo así, la verdad en el momento no puse mucha atención y no recuerdo ni su nombre ni donde lo leí, pero el comentario me ha estado rondandoo en la cabeza y ayer conectó con otras observaciones recientes.
Lo que esta persona escribió, es que no existe el transtorno por deficit de atención, que solo son niños aburridos. Y sí, ya he notado que en clase no puedes "desconectar" de tus alumnos por 3 segundos porque se pierden. Si te enfocas en contestar la duda de un alumno y tardas mas de 15 segundos, se te fué la clase. Y luego tienes otros cinco alumnitos, que vuelven a preguntar exactamente lo mismo, porque no estaban poniendo atención cuando explicaste la primera vez (o la segunda, la tercera...). Y además no les genera ningún conflicto no poner atención; con toda la calma del mundo - y el cinismo - te dicen - "Ay, la verdad no estaba poniendo atención"; "Ay  maestra. Ni le puse atención". En las escuelas en que no tienen prohibido tener el celular en clase, en cuanto empiezas a hacer algo rutinario, digamos, pasar lista, de inmediato sacan el celular, se enchufan al internet, el chat, el video juego o lo que sea, y se desconectan de clase, al grado de no oir su nombre cuando los menciono, ni aunque estén sentados enfrente de mi.
Se aburren rapidísimo. Tolerancia cero al aburrimiento.
¿Por qué? ¿Por qué yo puedo soportar media hora de aburrición en la fila de un banco y ellos no pueden aguantar dos o tres minutos a que pase lista?
Creo que es porque están sobre-estimulados. Nacieron y crecieron en el mundo del estímulo, donde no hay un segundo para aburrirse o hacer nada, porque en cuanto tienes 30 segundos libres, te puedes conectar a tu aparatejo favorito: hace diez años, la tele, la consola de videojuegos; hoy día, el celular, ipad, tablet, iphone, etc. Nosotros tuvimos mucho aburrimiento para practicar. Sentados en el tráfico esperando llegar a donde quiera que fueras (al menos en mi caso, que crecí en el DF, con abundancia de embotellamientos gratis para todos). O acompañando a tus papás en la fila del banco, o esperando al hermanito en el dentista, o simplemente haciendo fila en la escuela previo a los honores a la bandera, durante los honores a la bandera y después de los mismos, entre otras opciones para practicar el aburrimiento. Y te podías desconectar mentalmente, estar solo "de cuerpo presente" pensando en otra cosa, pero no es lo mismo que con un aparatejo, que entre internet y video juegos, resulta mil veces mas interesante que la clase, la fila del banco o cualquier otra situación. Me consta porque he estado adquiriendo malos hábitos de mis alumnos, como escuchar música en mi teléfono cuando tengo que hacer algo aburrido, como fila en un banco (y me quedé esperando que me sacaran o me dijeran algo, porque se supone que no debes usar el celular en el banco, pero como nadie me dijo nada, escuché mi música - en vez de los anuncios del banco, en la tele que el banco cuelga frente a las cajas para sazonar a su gusto el aburrimiento de los clientes). Y eso también es parte del "problema" o situación: no hay consecuencias. La gente habla por teléfono cuando maneja - algo que se supone que no debes hacer - y algunos se accidentan y unos pocos se matan, pero no los suficientes como para que a los demás les de miedo seguirlo haciendo, pensando siempre "por supuesto que A MI no me va a pasar nada porque yo no soy tan pen... como aquel". Entonces, bajo la misma lógica, "mis" chavos están haciendo sabe que en ipad y iphones en clase, pensando que no van a reprobar, porque hacen lo mismo en otras clases y no reprueban (o yo supongo que no reprueban). Y cuando reprueban están muy indignados. 
Y yo no soy director de circo: se supone que uno de los requisitos o parte de la descripción del puesto de profesor es "mantener la atención y el interés de los alumnos en la clase" - en competencia contra todo tipo de dispositivos y gadgets.
¿Qué hago, me encuero? ¿Y cuanto tiempo llamaría eso su atención? (por no decir que en esta mocha y beata ciudad de Querétaro, mi empleo no me duraría).
Hay momento de la clase, que por fuerza, son "aburridos": pase de lista, revisar resultados, corregir (aburridísimo para los que creen que ya saben todo), contestar preguntas individuales. Anotar en el pizarrón. Hago lo mas posible por no usar el pizarrón (excepto en química, donde me es imposible), para que en esos 10 segundos que me toma escribir una frase, no se me pierdan.
Cuando les dice uno "resuelvan el ejercicio" hay de dos: los que de inmediato se enchufan a su aparatejo, y no hacen nada; y los que medio responden lo que sea, lo mas rápido posible, para luego enchufarse al aparatejo (bueno, también hay algunos que sí se ponen a trabajar, pero no me estoy quejando de esos).

Y la pregunta que llevo meses haciendome es: ¿Cómo compito - con éxito - contra el iphone, ipad, tablet, etc.? Porque hasta ahorita lo he estado haciendo muy mal, con muy bajo éxito, y la verdad es que no sé como podría ser yo/mi clase mas interesante que un celular. Al contario, me estoy volviendo como mis alumnos, y cuando hay junta de maestros y me estoy aburriendo chorros, pienso -"Ay, ójala pudiera sacar mi teléfono..."

Tuesday, October 29, 2013

Videos y dinámicas de clase

Hace poco me mandaron - a través de este blog - un enlace para un video de un investigador hindú, que puso computadoras a niños sin maestros, demostrando que pueden aprender igual de bien, o quizá mejor, sin necesidad de maestros.
Por un lado me deprimió ver que se alguien se esfuerza - o peor aún, que logra demostrar sin esforzarse, que los maestros no somos necesarios, y que se nos puede sustituir por computadoras. 
Por otro lado, me dió una muy buena idea para una dinámica de clase, que probaré la próxima semana con mis alumnitos. Si eventualmente me remplazarán con una compu, de perdis puedo divertirme ahora. Como el lunes, que les puse un "rally" y luego me senté a verlos correr para arriba y abajo. Me gustan esas clases en que no hago nada (durante la clase) y me divierto tanto (como cuando llegaron unos que no entendieron las intrucciones, y después de media hora llegan a decirme que ya buscaron en todos los pinos de la escuela, y yo les respondí que por qué estaban haciendo eso -???  y el otro pobre, todo cansado, mejor se tiró al suelo).

Tuesday, October 22, 2013

Querétaro y la música

Aunque extraño el mar, es bueno que en Querétaro hay muchos eventos culturales padres. Claro que ahora que trabajo en la mañana y la tarde no siempre puedo ir, pero el viernes pasado fuí a un concierto gratuito en plaza de armas, de un grupo llamado Ultra High Flamenco. Son españoles, tocan una mezcla de flamenco y jazz, y está padrísimo. Hasta compré el cd, pero por alguna razón mi inculta computadora no lo toca  : (

Educacion para que...?

¡Uff! Cuatro horas seguidas de meter calificaciones y sacar promedios; y quemarse el coco pensando cómo hacerle para que los chicos pasen aun cuando - desde mi muy mamila punto de vista - no deberían, porque no aprendieron.
Cuando mis alumnos fallan me pregunto si yo estoy mal. No siempre. Hay casos, en que me queda claro que hice y hago lo mas posible porque la clase sea dinámica y que se realizen muchos muchos ejercicios para que practiquen y aprendan. No funciona cuando los chicos pasan toda la clase platicando y al final le copian los ejercicios al que sí trabajo. Ayer una de mis alumnas del bachillerato me platicaba que sus compañeritos les han pagado hasta 100 pesos por los resultados de los ejercicios. Notese que es una escuela pública y se supone que no tienen lana... ¿Y entonces yo que hago? Si reprueban, soy mala maestra, para la gente que juzga desde fuera (incluyendo las autoridades escolares - ug!). Si hago curva, circo y maroma para que pasen, soy mala maestra, desde mi punto de vista (pero mi punto de vista no paga la renta...)
Suspiro...
Con los niños de escuela privada ya ni me acongojo. Me ha quedado claro que se paga por las calificaciones, no por el aprendizaje; y aún y con todas las fallas y faltas que pueda tener, he empezado a darme cuenta que en mi clase aprenden más que con algunos de los otros maestros. Ahora que fué el examen de química de primer semestre, saliendo de la "retroalimentación" un chico del tercer semestre le quitó su examen a una de mis alumnas, diciendo - "A ver como está tu examen" - le dió una leidita a la primer página y exclamó - "¡Ay! ¡Nosotros nunca vimos esto con el profe X! Ni sé que es esto".
Asi que yo veo a mis alumnos muy burros, pero resulta que están mas adelantados que lo que estuvieron en su momento los que van un año arriba, en la misma escuela.
Y en el bachillerato público, llegué temprano, y me encontré a dos de las otras maestras, que nunca veo, y una me preguntó - "¿En que tema vas?". Y cuando dije - "Nomenclatura" - respondieron - "¡Ay, vas bien adelantada!". No quise ni preguntar en que van ellas. Por los comentarios que hicieron después, creo que el año pasado ni siquiera llegaron a reacciones químicas.
Me sentiría orgullosa de ir a buen paso con el programa, excepto que el resultado del examen me dice que mis alumnos (con pocas excepciones) no saben ni papa de nomenclatura. ¿Y cómo, si compran los resultados? ¿Cómo obligarlos a ellos resolver el ejercicio? Por que mientras compren los resultados, van a seguir sin aprender, y yo me puedo colgar de cabeza inventándome tarea tras tarea, que que no va a servir para un carajo...

A ver como salen los del otro bachillerato público - mañana tienen el examen - es un grupo que dentro del plantel tiene fama de ser mal grupo y de no trabajar - ciertamente su salón es  un chiquero - pero en laboratorio han estado trabajando muy bien, no han roto nada, nadie se ha quemado, cortado, o accidentado en modo alguno, y yo calculo que entre un tercio y un medio del grupo sí están haciendo los ejercicios y han entendido. Los otros maestros odian a ese grupo, pero creo que de todos mis grupos es del que estoy más orgullosa. Algunos ya hasta ponen acento en "óxido" e "hidróxido" ("ácido" todavía les falla, no sé porque). Hasta los que copian los ejercicios al final de la clase lo hacen "mas mejor" que antes (creo que algunos ya entendieron que hasta para copiar hay que usar el coco). La primera vez que dije - "Okay, ya pasé lista, el que no esté interesado en el repaso se puede ir sin falta" (parcial pasado) se salió medio salón. Ahora que lo repetí para este parcial, se salieron tres (y yo esperaba que se salieran muchos, porque son cuarenta y nueve y es mas fácil dar clase cuando se va la mitad). Pues ahora se quedaron y la mayoría estaba poniendo atención. Ya están aprendiendo a callarse solitos - al principio me reclamaban: "¡Cállelos!" o "¡Sáquelos!" cuando hacían mucho ruido; y les expliqué un par de veces que al llegar a la escuela no me dan mi látido y mi aro de fuego, que no soy domador, que es su trabajo y su responsabilidad callarse y poner atención ¡Y LO ESTÁN HACIENDO! aunque lo tienen que hacer unas 15 o 20 veces por clase porque no duran callados mucho rato. No suena como gran cosa, pero están aprendiendo a ser alumnos, están aprendiendo a usar la biblioteca, ya trabajan bien en laboratorio, y creo que hasta están aprendiendo a pensar en lo que hacen. Varios de ellos hasta están aprendiendo química.

Wednesday, July 24, 2013

Losing steam

Ya no escribo. Cada vez mis post están mas y mas espaciados; cada vez escribo menos. Antes, la indignación ante esto o aquello me llevaba a escribir. Pero estoy perdiendo impulso o más bien ya lo he perdido. Antes creía que podía cambiar las cosas, ahora sé que no puedo. Mientras más conozco el sistema, mas me deprimo y veo lo imposible que es cambiar nada. Se podría decir que "el sistema" me ha derrotado. Después de todo "el sistema" puede existir sin mi, pero yo, no puedo existir sin trabajo y sin dinero. Así que miento para conseguir trabajo, y miento para conservarlo, y traiciono mis principios y mi ética personal por un sueldo que no lo vale y que de todos modos no me alcanza. Por feo que suene, la muerte de mi padre me permite seguir viviendo: comemos del dinero que dejó, mas que de lo que me pagan. ¿Y cuando ese dinero se acabe, que voy a hacer?
Hoy me saco de la cama el hambre, un suceso raro porque por lo general no hay hambre que me despierte a las cuatro de la mañana, aunque me acueste sin cenar (que además, no fué el caso). Y divagando mientras miraba el techo y decidía si levantarme o no, llegué a la conclusión de que el principal problema en la educación hoy en día son las calificaciones. Antes, los niños iban a la escuela a aprender; ahora van para sacar buenas calificaciones. El aprendizaje era la meta o el objetivo, y las calificaciones un indicador. Ahora las calificaciones son el objetivo. Ya a nadie le importa si el niño aprendió, solo la calificación importa. Y en función de ello la calificación cada vez está mas desconectada del aprendizaje.

La escuela particular es un negocio, y los padres son los clientes. La escuela se "vende" en base a sus instalaciones, equipo deportivo, computadoras, mobiliario, alberca, clases de ajedrez, y actividades extra varias, etc. Una cosa que vende mucho son los "valores" y hasta los resultados de Enlace, con lo nefasto que es Enlace, sirven para vender la escuela (creo que ya he discutido mi experiencia con Enlace en algún post anterior). Y los papás compran. Y una vez comprado - es decir, inscrito el niño en el colegio - pues esperas que se te regrese el valor de tu dinero. Y ese valor no se mide en aprendizaje sino en calificación. Como ya había mencionado (hasta el cansancio, creo) un director de escuela privada me dijo una vez: "Hay que mantener contentos a los clientes; los clientes son los papás, y los clientes no pagan para que repruebes a sus hijos". Y punto. Si el chamaco aprendió o no es irrelevante.
Y en verdad es irrelevante; tenemos al actual presidente de México como botón de muestra. La prueba del éxito en la vida es la lana; y para ganr dinero, incluso para ganar mucho dinero no se necesita haber estudiado ni tener conocimientos de nada. Lo que se necesita es haber nacido en la familia correcta y/o tener las palancas correctas. ¡Ah! Y/o tener lo que llama "don de gentes", que va desde ser una persona agradable, hasta ser manipulador y embaucador. Mientras mejor mientas y menos escrúpulos tengas, mayor éxito. Ayer leí un artículo en un Scientifica American que me confirmó lo que del algún modo sospechaba: mentir funciona muy bien, mientras mas mientas mejor te va; incluso hay una teoría sobre la evolución del cerebro, según la cual el incremento en masa cerebral y complejidad de conexiones entre neuronas se debe a la necesidad de mentir mas y mejor. Mentir deriva muchos beneficios cuando vives en sociedad y puedes engañar a los demás. Admiramos a los mentirosos y embaucadores. La parte mejor conocida y mas recordada de Tom Sawyer es cuando engaña a otro para que pinte la cerca por él.

Yo soy, creo, muy inteligente, pero no soy buena para mentir. Y mas me vale aprender rápido, o en un par de años voy a estar limpiando parabrisas en la calle. Lo malo es que lo odio, desprecio a la gente que engaña a los demás, pero no puedo negar que les va bien en la vida. Me he dado cuenta y he tenido que aceptar que mentir es una habilidad fundamental; y lo que mas me preocupa es que no sé como se la voy a enseñar a mi hijo, para que él tenga mas éxito que yo y sea mas feliz.

NOTA: El artículo en cuestión se llama "Natural-born liers", página 16 del Scientifica American Mind, volumen 16, número 2, año 2005

La otra cosa queme quitó el sueño esta madrugada fue darme cuenta de lo impotentes que somos los maestros. En otra época, si te portabas mal, te daban de reglazos. Ahora por supuesto, es impensable que los maestros le peguen a los niños, o que los insulten (lo cual me parece bien). Pero no solo no les puedes pegar, ya no los puedes ni tocar, no sea que te acusen de acoso sexual.  Ya es habitual que al firmar tu contrato de trabajo como maestro en escuela particular firmes también (y si no firmas no hay chamba) algún documento donde se te prohibe tocar a los alumnos, darles asesoría individaual o estar a solas con un alumno (en el salón en el patio, donde sea) y si lo llegaras a hacer y hay queja, la escuela está libre de toda responsabilidad y tú quedas de patitas en la calle. No puedes tocar a tus alumnos ni física ni verbalmente; y tampoco los puedes reprobar, aún si entregan el examen en blanco (que ya me sucedió, y fué la ocasión en que el mismo director de la escuela me dijo aquello de haber como le haces, pero tienen que pasar, porque los papás no pagan para que sus hijos reprueben). Y los chavos lo saben, por supuesto. Los "buena onda" te lo dicen tal cual, y los mala onda te amenazan con echarte encima al papá y que ellos se encargan de que te corran de la escuela. Y lo cumplen, además. Y así, los maestros no tenemos ningún poder frente a los alumnos, ningún poder frente a los padres, y por supuesto ningún poder frente a lso autoridades escolares. Lo mas frustrante es que las escuelas tienen "reglas" (entre grandes comillas), que se supone debes hacer cumplir a los alumnos, pero que son imposibles. Por ejemplo, típica regla: si el niño no entrega las tareas, no tiene derecho a examen. El chamaco no entrega tareas, le mandas avisos a los papás, el niño sigue sin entregar tareas, lo dejas sin examn, tiene cero, mas aparte cero en tareas, reprueba. Y entonces todo mundo se te echa encima porque tú maestro maldito, reprobaste al niño. Eres mal maestro, no esperes que te contratemos de nuevo, y además, a ver como le haces para que pase Y QUE SE VEA BIEN. Que no parezca que lo pasaste porque te dijeron. Y aqui retomo lo del inicio del post: hay que mentir, y mentir bien: pretender que sigues las reglas dela escuela, sin seguirlas; pretender que la calificación es un reflejo del aprendizaje, sin que los sea; pretender que das clase y te preocupa que tus alumnos aprendan, cuando en realidad sabes que da igual por que de todos modos no puedes reprobarlos.
Hoy en día, para mí, lo mas arduo de dar clase es planear la evalución de tal manera que hasta el mas bruto y el mas huevón saquen mínimo seis. La clase es puro show, para mantener apariencias, y los chavos exigen "tienes que entretenerme" como si fuera uno payaso de circo. Mi mayor y en realidad mi único problema en la escuela en la que estoy, es que Dirección determina los porcentajes de evaluación y me da los exámenes - no los puedo diseñar yo, para hacerlos facilitos. Y en consecuencia tengo que hacer malabares para pasar a los alumnos y que parezca que los califico en función al desempeño/aprendizaje. Muchos reprobaron, y los pasé, sabiendo que no aprendieron nada, porque si los repruebo me quedo sin trabajo. Algunos, ni parandome de cabeza pude lograr que pasaran; y por supuesto reclaman amargamente que es mi culpa porque soy mala maestra. La clase les vale; haga lo que haga, no puedo competir con el chat del celular y los videojuegos de la tablet/ipad. Hasta se ponen audífonos para poder ver videos de youtube en clase. Y no les puedes quitar el aparato porque entonces se van a quejar de que abusas y les quieres robar sus cosas. No los puedes sacar de clase porque los papás no pagan para que sus hijos estén en el pasillo. Y la clase les vale m... porque después de años de escuela privada, ya saben que aunque no hagan nada, van a aprobar. Y la calificación es lo único que cuenta.
Mentir y mantener las apariencias. Todo el sistema educativo es una mentira. Y la escuela particular, como sistema de enseñanza-aprendizaje, no sirve. Es un negocio de entregar boletas.

Y yo ya no tengo fuerzas para nadar contra corriente. Y cada vez estoy mas convencida de que lo que le he enseñado a mi hijo: esforzarse, aprender, entender, valorar el conocimiento, hacer las cosas bien, está mal, y que en vez de "darle herramientas para vida", se las estoy quitando. Debería enseñarle a ser hipócrita, mentiroso, a no tener escrúpulos y preocuparse de verse bien y mantener las apariencias, y entonces si, tendrá herramientas útiles para manipular a otros y hacerla en la vida. Y eso me deprime y me quita el sueño.
Quiero que mi hijo sea feliz, pero ¿cómo le enseño las habilidades que realmente se necesitan en la vida, si yo no las tengo, y además las encuentro repulsivas? Pero no quiero que pase por la angustia y la amargura en la que yo vivo. Debo aprender a que me valga m... a seguir la corriente, mentir y luego enseñarle a mentirse a si mismo, para que no se angustie, sea feliz y pueda mentirle convincentemente a los demás. Le he ayudado a mi hijo a crearse una conciencia (similar a la mía) y ahora debo destruirla. Aún está a tiempo, solo tiene 13 años... Espero estar a tiempo, por favor...

Sunday, April 28, 2013

Sin sueño

Esto me quita el sueño: ¿de qué voy a vivir cuando tenga sesenta años?
No hay maestros de sesenta años, no en las escuelas particulares. No voy a tener pensión, porque para juntar las X semanas trabajadas que te piden en la afore, tendría que trabajar como hasta los sesenta y siete...
¿De qué voy a vivir cuando tenga sesenta años, si ahorita, que trabajo, no me alcanza?

Wednesday, April 17, 2013

Encontré la excusa perfecta para mis berrinches por escrito. Está en el artículo “The power of the pen” de Katja Gaschler; publicado en la revista Scientific American Mind, volumen 18 número 4, ag/sept 2007; una de las tantas que heredé de mi padre. El artículo habla sobre un estudio que hicieron, en un inicio, con gente que había sido despedida sin previo aviso, cuando una empresa X realizó un recorte de personal. A estas personas se les pidió que escribieran un diario, 20 minutos al día por cinco días consecutivos. Se las separó en tres grupos: un grupo debía escribir que hacían cada día, otro debía registrar sus emociones negativas respecto a haber perdido su trabajo, y el tercer grupo no recibió mas intrucciones – podían escribir lo que quisieran. El resultado fué que los que escribieron sobre sus emociones negativas les fué mucho mejor a la hora de buscar un nuevo empleo – un porcentaje mas alto de estas personas encontró empleo “rápidamente” (en tres meses). De ahí se van a hablar de otros estudios y de lo bueno que es escribir sobre las cosas malas que te pasan y las ventajas que tiene sobre tu estado emocional, tu sistema inmune y tu presión sanguínea (aunque no explican mucho de por que o como funciona). También dicen que no es bueno escribir sobre experiencias positivas, porque te distancias de ellas y luego no las disfrutas al recordarlas. Recomiendan enfocarse en lo malo, escribir unos 15 minutos, y no preocuparse de errores gramaticales u ortográficos.
Todo lo cual es una justificación perfecta para que yo haga berrinches en este blog. La verdad es que a veces me preocupa que escribo solo de cosas malas, que me enojan, molestan o deprimen. Pareciera a veces que solo ese tipo de cosas me impulsan a escribir, como si las cosas buenas no me motivaran suficiente. Parece desagradecido de mi parte. Pero al mismo tiempo siempre he sentido que escribir lo que me molesta es como una forma de exorcismo personal, y recuerdo mucho una entrevista a Stephen King que leí, donde explicaba que los cuentos o algunas de las historias de terror que escribe, las basa en pesadillas que tiene y que escribir le sirve para no volver a soñar lo mismo (el hombre va renovando sus pesadillas). Escribir me sirve para no malviajarme demasiado tiempo con la misma cosa. A menos claro, que se siga repitiendo, como estar constantemente desempleada o subempleada, etc.

Lo que se repite, diario, y que me pone de los pelos, es manejar en Querétaro.

Todas las vueltas a la izquierda están prohibidas (excepto algunas excepciones que creo fueron imposibles de evitar). Eso quiere decir que si vas por una avenida / calle, la que gustes y mandes, y necesitas pasarte al otro lado (osea, dar vuelta a la izquierda) y hay un entronque, cruce o como se llame, te tienes que seguir una, dos o cuantas cuadras sean necesarias, hasta encontrar una calle donde puedas dar vuelta a la derecha. De ahi te sigues cuantas calles haga falta para dar otra vuelta a la derecha, hasta que encuentres la calle que atraviesa la avenida, y en algunas ocasiones, al salir por dicha calle, podrás dar vuelta a la izquierda sobre la avenida. Otras veces no, asi que debes seguir por la calle por la que vas, cruzando la avenida, hasta la siguiente calle donde puedas dar vuelta a la derecha, continuar a la siguiente vuelta a la derecha, y luego darle por dicha calle, hasta donde puedes incorporarte a la avenida en cuestión, dando vuelta a la derecha, por supuesto.

¡Es estúpido! 
Y el tráfico se pone como te lo puedes imaginar nomás leyendo el parráfo anterior de instrucciones. Me pone fúrica. Hay un montón de lugares en Querétaro a los que no voy, porque tendría que dar una docena de vueltas a la derecha para llegar, y dos docenas para poder regresar a mi casa. De por sí para llegar a donde vivo doy cada día, una vuelta a la izquierda, prohibida, que todo mundo da porque es la única manera de entrar a la colonia en la que vivo (salvo que le des toda la vuelta hasta avenida Constituyentes – cosa de unos 3 kilómetros), gracias al increíblemente estúpido sentido del tráfico dentro de la colonia (todas las calles van en la misma dirección, de oeste a este o perpendiculares de sur a norte – solo hay una calle que va de norte a sur, que es justo donde giro ilegalmente a la izquierda). Hay muchas colonias así, porque a los queretanos les gusta que sus colonias sean muy “exclusivas”, lo que quiere decir que solo hay una entrada a la colonia que por supuesto se atasca que da horror cada mañana y cada tarde. Asi estuvo Tejeda por años (donde vivía mi papá), hasta que el desarrollo de la ciudad para ese lado obligó, literalmente, a abrir dos entradas mas. Es un fraccionamiento bastante grande – todo un cerro – y solo hay tres maneras de entrar – o salir. Hace años, cuando llovía mucho y la única entrada se inundaba, todo mundo se quedaba adentro, dos o tres días hasta que se quitaba el agua y se podía pasar (es verídico, a mi papá le sucedió mas de una vez). Y como ademas era un fraccionamiento muy exclusivo, dentro de la colonia no había comercios porque eso estaba prohibido – en otras palabras, encerrados por culpa de la lluvia, y sin comida.

¡Los queretanos son INCREÍBLEMENTE ESTÚPIDOS!
 ¿¡Cómo puede ser exclusivo un fraccionamiento en que te quedas encerrado y sin nada que comer, porque solo hay una p(/&%$che calle por la que se puede pasar!?

Suspiro... Así es todo Querétaro. Con esa mentalidad está planeada – o mas bien jodida – toda la ciudad. Cada vez me convenzo mas de que a los candidatos a trabajar en planeación urbana y tráfico, primero les hacen una lobotomía frontal, como requisito indispensable para acceder al puesto. El tráfico en Querétaro es casi tan espantoso como el del distrito federal, pese a que la ciudad tiene unos 19 millones menos de habitantes.
¿Quién fué el imbécil al que se le ocurrió prohibir las vueltas a la izquierda?

En fin. Tema dos, en corto. En la misma revista hay un artículo llamado “When words decide” de Barry Schwartz, que básicamente dice que la gente está mas dispuesta a movilizarse, o decidirse a favor de algo, para evitar una pérdida, que para obtener una ganancia. Es decir, usando la analogía del burro, que el miedo al palo puede mas que el deseo de la zanahoria. Lo que explica las campañas presidenciales: en vez de decirle a la gente que es lo que el candidato pretende hacer para mejorar al país, rinde mas asustarlos diciendoles todas las cosas espantosas que van a suceder si ganan los otros (básicamente la izquierda, al menos aquí en México, aunque supongo que en otros países puede que el gobierno de izquierda asuste a la gente con todas las barbaridades espantosas que pasarían si ganara la derecha). Y por eso las campañas, presidenciales, publicitarias y noticiosas, se basan en espantar al público en general, que lamentablemente debido a una educación deficiente y una dieta diaria de tv azteca y telerisa, no ha desarrollado ninguna capacidad de análisis ni crítica. Y por último, en otro artículo (misma revista, página 13, sección Head Lines – psychology “Everyone agrees” de Melinda Wenner) dice que la personas consideran que una idea es popular, según cuantas veces la escuchen repetirse, sin importar si la escuchan varias veces de la misma persona, o una sola vez de diferentes personas. Es decir, uno cree que una idea es popular, o creída por la mayoría, si la oyes muchas veces, aunque siempre la oigas de la misma persona. Entonces, si cada vez que escuchas el noticiero, se repite y repite que los maestros que se oponen a la reforma son malos, o que “el peje” va a dañar a México, la gente lo cree, y además PIENSAN QUE TODOS LOS DEMÁS CREEN LO MISMO. Luego entonces, se convierte en realidad. Nunca imaginé que fuera tan simple manipular la opinión pública. Si ves la tele dos horas, y escuchas el mismo anuncio 15 veces, te lo crees, te convences que los demás también lo creen, y luego cuando hablas con alguna otra persona, pues de hecho también lo cree, porque también vió la tele x cantidad de horas, y escuchó el anuncio, una, dos o tres docenas de veces.
Ahora entiendo porque me siento, y soy, de hecho, tan diferente del resto de los humanos que conozco, hasta el punto de sentirme alienígena a veces: yo no veo la tele.

Wednesday, March 13, 2013

Querétaro

Cambiarse a Querétaro ha sido un poco traqueteado.
Si no es una cosa es otra, siempre hay algo que hacer. Algunos días estoy agotada, física y mentalmente. Las cosas están saliendo bien, mas o menos, pero en arrancones y paradas de golpe. De repente son demasiadas cosas que pensar, o que planear o tener en cuenta. Algunas son cosas que debería haber hecho hace mucho, como eso de registrarme a una afore. O sacar la cédula de la maestría (que de hecho si lo intenté, me mandaron por un tubo porque vivía en La Paz, y según el trámite solo se podía hacer en Mexicali o en el DF; envié mis documentos al DF con mi hermana, los tuvo un año y me los regresó sin haber tramitado la cédula, ni idea porque).
Otros son inherentes a estar aqui: nuevo ife, conseguir teléfono, hacerse cargo de la casa de mi padre, que estamos tratando de vender - por cierto que solo por tener conectado el servicio de agua pago el doble que por un mes de uso de agua en el depa en el que vivo - ¡Que cara sale el agua en Tejeda! Y eso que no se usa.
Repinté paredes, barnicé pisos, arreglé los baños (bueno, falta uno); hay que estar podando el pasto, y de vez en vez regar; instalé las mallas mosquiteras que faltaban; revisé papeles y documentos varios, clasifiqué como 15 cajas de libros y tres de discos, y varias otras de chácharas diversas; apliqué insecticida en las vigas para matar a las termitas - y juro que no lo vuelvo a hacer, fue horrible - limpié y limpié y saqué bolsas y bolsas de basura; sellé con silicón los bordes de las ventanas, barnizé unas molduras de madera de la ventana de la cocina, arranqué (y sigo arrancando) el pasto de entre las losas del patio, planté unas matitas para que se vea mas bonito, he movido muebles y cargado cajas, ido a catastro a solicitar un croquis, ahora necesito conseguir un arquitecto para que me haga un plano arquitectónico... Uf!
Y entre medio di clases de biología en inglés en una escuela católica - que experiencia espantosa, eso de que te digan que tienes que apegarte a la encíclica...
Hice todo lo que me dijeron, pero no duré mas de un semestre. Y me alegré de que me corrieran. Luego un mes sin chamba, ahora doy clases de ingles, por horas, pero chamba es chamba. Mi hijo estaba sin escuela, luego estudiamos para el examen de admisión en una escuela que me pareció muy buena - no lo terminó pero lo aceptaron que porque su nivel de mate es muy bueno (¡sirvieron las tres semanas de repaso! aunque me haya odiado cada minuto), y ademas sugirieron que entrara de una vez para que no pierda el año. Así que ya esta yendo a clases, hay que ponerse al corriente con los dos y medio bimestres que estuvo fuera de la escuela, hubo que pagar incripsción, uniforme, conseguir libros y materiales varios, forrar cuadernos, marcar todo, luego se fue a un campamento, que le gustó mucho pero perdió la chamarra nueva del uniforme (que afortunamente reapareció después). Y lograr que se levante temprano después de meses de dormirse a  medianoche, que se aplique a hacer tarea después de meses sin tarea, y además, porque mi nuevo horario no me permite llevarlo diario a la escuela, enseñarle a irse en camión, y vivir con el miedo y la angustia dos veces por semana, de que algo le pase en la calle. Yo sé que es bueno para él, la independencia, y el desarrollo de responsabilidad, y de ser capaz de andar solo en la calle, blablabla, pero a mí me saca úlceras.
En diciembre me lastimé un pie, fui al médico, descubrí que tengo la columna chueca, debo usar una talonera en el pie izquierdo; no pude hacer nada de ejercicio por casi tres meses, engordé un montón, solo me queda uno de mis tres pantalones de vestir, así que voy al trabajo siempre con el mismo pantalón. Todavía me duele el pie, pero ya me puse a hacer ejercicio otra vez, no puedo darme el lujo de engordar mas, y ODIO hacer dieta - nunca me ha funcionado. Quería completar los requisitos para migrar a Australia - debía sacar mínimo siete en todos las partes del examen ielts, pero saqué solo 6 en writing, asi que repetí el examen y solo logré 6.5!!! Me dió tanto coraje y me deprimí tanto: estudié para el examen, analizé las muestras de ensayos que te dejan ver por internet, seguí todas las recomendaciones, me aprendí de memoria el vocabulario y expresiones que usan en los ejercicios que te envían para que practiques... No sé, no entiendo que hice mal, no entiendo que es lo que debe tener un ensayo para tener siete, siento que no puedo mejorar esa calificacion porque no sé que es lo que debo hacer o que me falta. Me frustra mas porque el asesor canadiense que tenía cuando estaba en el doctorado me dijo escribía muy bien en inglés... ¿y entonces?
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 Aaaaggggggggggggggghhhh!
Eso me deprime.
Querétaro no me gusta para manejar, todas la vueltas a la izquierda están prohibidas, es un... %&/()=)(/&%, pero ya escribiré mas sobre eso en otro post. Se merece un post.
Y eso es, mas o menos, todo lo que ha habido desde que me viene a Querétaro. Aqui no tengo amigos. Nunca salgo, no tengo con quién platicar. Es muy solitario, los queretanos son muy católicos, cerrados y cuadrados, siento que no encajo en esta "sociedad". Con razón aqui la gente termina esquizofrénica y peor. Deseo que se venda la casa de Tejeda, para poder comprarme una casa propia - ya que no me puedo ir a Australia - sembrar muchas plantitas, y pasar mi tiempo libre matando pulgones. Ni siquiera puedo seguir aprendiendo japónes porque las clases cuestan $200 la hora, y el único curso que puedo pagar - el de la universidad autónoma - se imparte en el campus aeropuerto, o sea, lejísimos, y no puedo estar yendo entre semana, y no puedo ir en sábado porque trabajo. Realmente me siento aislada. Mi interacción social se limita a la media hora que puedo pasar jugando Harvest Moon en el ds de mi hijo - y solo para "oir" las respuestas programadas de los personajes del juego. El ansia, el hambre, con que espero cada día el ratito que puedo jugar, me asusta. Me mudaría a vivir a ese universo si pudiera, creo. Esas "personas" son mas reales, mas cercanas, que la gente de carne y hueso a mi alrededor, con los que no puedo hablar de nada, no sea que diga algo que no debería, y termine sin chamba otra vez.