Wednesday, March 13, 2013

Querétaro

Cambiarse a Querétaro ha sido un poco traqueteado.
Si no es una cosa es otra, siempre hay algo que hacer. Algunos días estoy agotada, física y mentalmente. Las cosas están saliendo bien, mas o menos, pero en arrancones y paradas de golpe. De repente son demasiadas cosas que pensar, o que planear o tener en cuenta. Algunas son cosas que debería haber hecho hace mucho, como eso de registrarme a una afore. O sacar la cédula de la maestría (que de hecho si lo intenté, me mandaron por un tubo porque vivía en La Paz, y según el trámite solo se podía hacer en Mexicali o en el DF; envié mis documentos al DF con mi hermana, los tuvo un año y me los regresó sin haber tramitado la cédula, ni idea porque).
Otros son inherentes a estar aqui: nuevo ife, conseguir teléfono, hacerse cargo de la casa de mi padre, que estamos tratando de vender - por cierto que solo por tener conectado el servicio de agua pago el doble que por un mes de uso de agua en el depa en el que vivo - ¡Que cara sale el agua en Tejeda! Y eso que no se usa.
Repinté paredes, barnicé pisos, arreglé los baños (bueno, falta uno); hay que estar podando el pasto, y de vez en vez regar; instalé las mallas mosquiteras que faltaban; revisé papeles y documentos varios, clasifiqué como 15 cajas de libros y tres de discos, y varias otras de chácharas diversas; apliqué insecticida en las vigas para matar a las termitas - y juro que no lo vuelvo a hacer, fue horrible - limpié y limpié y saqué bolsas y bolsas de basura; sellé con silicón los bordes de las ventanas, barnizé unas molduras de madera de la ventana de la cocina, arranqué (y sigo arrancando) el pasto de entre las losas del patio, planté unas matitas para que se vea mas bonito, he movido muebles y cargado cajas, ido a catastro a solicitar un croquis, ahora necesito conseguir un arquitecto para que me haga un plano arquitectónico... Uf!
Y entre medio di clases de biología en inglés en una escuela católica - que experiencia espantosa, eso de que te digan que tienes que apegarte a la encíclica...
Hice todo lo que me dijeron, pero no duré mas de un semestre. Y me alegré de que me corrieran. Luego un mes sin chamba, ahora doy clases de ingles, por horas, pero chamba es chamba. Mi hijo estaba sin escuela, luego estudiamos para el examen de admisión en una escuela que me pareció muy buena - no lo terminó pero lo aceptaron que porque su nivel de mate es muy bueno (¡sirvieron las tres semanas de repaso! aunque me haya odiado cada minuto), y ademas sugirieron que entrara de una vez para que no pierda el año. Así que ya esta yendo a clases, hay que ponerse al corriente con los dos y medio bimestres que estuvo fuera de la escuela, hubo que pagar incripsción, uniforme, conseguir libros y materiales varios, forrar cuadernos, marcar todo, luego se fue a un campamento, que le gustó mucho pero perdió la chamarra nueva del uniforme (que afortunamente reapareció después). Y lograr que se levante temprano después de meses de dormirse a  medianoche, que se aplique a hacer tarea después de meses sin tarea, y además, porque mi nuevo horario no me permite llevarlo diario a la escuela, enseñarle a irse en camión, y vivir con el miedo y la angustia dos veces por semana, de que algo le pase en la calle. Yo sé que es bueno para él, la independencia, y el desarrollo de responsabilidad, y de ser capaz de andar solo en la calle, blablabla, pero a mí me saca úlceras.
En diciembre me lastimé un pie, fui al médico, descubrí que tengo la columna chueca, debo usar una talonera en el pie izquierdo; no pude hacer nada de ejercicio por casi tres meses, engordé un montón, solo me queda uno de mis tres pantalones de vestir, así que voy al trabajo siempre con el mismo pantalón. Todavía me duele el pie, pero ya me puse a hacer ejercicio otra vez, no puedo darme el lujo de engordar mas, y ODIO hacer dieta - nunca me ha funcionado. Quería completar los requisitos para migrar a Australia - debía sacar mínimo siete en todos las partes del examen ielts, pero saqué solo 6 en writing, asi que repetí el examen y solo logré 6.5!!! Me dió tanto coraje y me deprimí tanto: estudié para el examen, analizé las muestras de ensayos que te dejan ver por internet, seguí todas las recomendaciones, me aprendí de memoria el vocabulario y expresiones que usan en los ejercicios que te envían para que practiques... No sé, no entiendo que hice mal, no entiendo que es lo que debe tener un ensayo para tener siete, siento que no puedo mejorar esa calificacion porque no sé que es lo que debo hacer o que me falta. Me frustra mas porque el asesor canadiense que tenía cuando estaba en el doctorado me dijo escribía muy bien en inglés... ¿y entonces?
 : (
 Aaaaggggggggggggggghhhh!
Eso me deprime.
Querétaro no me gusta para manejar, todas la vueltas a la izquierda están prohibidas, es un... %&/()=)(/&%, pero ya escribiré mas sobre eso en otro post. Se merece un post.
Y eso es, mas o menos, todo lo que ha habido desde que me viene a Querétaro. Aqui no tengo amigos. Nunca salgo, no tengo con quién platicar. Es muy solitario, los queretanos son muy católicos, cerrados y cuadrados, siento que no encajo en esta "sociedad". Con razón aqui la gente termina esquizofrénica y peor. Deseo que se venda la casa de Tejeda, para poder comprarme una casa propia - ya que no me puedo ir a Australia - sembrar muchas plantitas, y pasar mi tiempo libre matando pulgones. Ni siquiera puedo seguir aprendiendo japónes porque las clases cuestan $200 la hora, y el único curso que puedo pagar - el de la universidad autónoma - se imparte en el campus aeropuerto, o sea, lejísimos, y no puedo estar yendo entre semana, y no puedo ir en sábado porque trabajo. Realmente me siento aislada. Mi interacción social se limita a la media hora que puedo pasar jugando Harvest Moon en el ds de mi hijo - y solo para "oir" las respuestas programadas de los personajes del juego. El ansia, el hambre, con que espero cada día el ratito que puedo jugar, me asusta. Me mudaría a vivir a ese universo si pudiera, creo. Esas "personas" son mas reales, mas cercanas, que la gente de carne y hueso a mi alrededor, con los que no puedo hablar de nada, no sea que diga algo que no debería, y termine sin chamba otra vez.