Friday, February 25, 2011

Colapso

En las últimas tres semanas todo se está descomponiendo: la computadora se apaga sola después de unos minutos encendida; traté de abrir la para limpiarla pero tiene unos tornillitos chiquititos con entrada hexagonal y no tengo con que desarmarlos. Me preocupa que truene el disco duro y me paso restaurándola cada que se apaga, pero no sé si esta funcionando – mas bien creo que no. Hace tres semanas me lastimé la espalda, no podía ni caminar; además resulta que la estufa eléctrica que tengo ya no se apaga con el control así que hay que estarla conectando y desconectando o se queda encendida y gasta electricidad – el recibo del ultimo bimestre llegó casi del triple, porque no me había dado cuenta de eso. La llave del agua de la cocina empezó a gotear, y en tres días la gotera se puso tan mal que hay que cerrar la llave de paso bajo el fregadero, pues si no, tira agua suficiente para ir llenando dos o tres cubetas por día; y ayer, se trabó el vidrio del carro (es eléctrico) cuando estaba completamente abajo (tengo que ir a recoger a mi hijo de la escuela en coche porque no puedo caminar!) y después de casi romper el botón que cierra la puerta en un intento de desarmar la puerta para subir el vidrio, no se como logré, rallando el vidrio en el proceso, sacarlo a la fuerza y subirlo con unas pinzas. Ahora no puedo abrir la ventana del lado del conductor.
Empezaba a sentirme bien porque al menos una de las personas que llamaron para preguntar por las clases que estoy ofreciendo, de hecho llegó (llaman, dicen que van a venir y nunca llegan) y contrató un mes completo. Pero es difícil pensar positivo cuando cada vez que empiezo a sentir que las cosas están mejorando, algo mas se descompone. Y no tengo dinero para arreglar nada, ni lo puedo arreglar yo misma: si insisto en desbaratar la puerta del carro la voy a romper; ya desarmé la llave de la cocina pero es de esas que no tienen partes intercambiables, hay que cambiarla toda; ya traté de abrir la compu y no pude, y me da miedo romperla (y la necesito para estudiar para los exámenes que pese a todo me empeño en presentar en trabajeen.gob a ver si pega); llevo tres semanas con la espalda vendada y fajada, no puedo ni lavarme el pelo, ni caminar, ni hacer ejercicio, ni hacer fuerza – me volví a lastimar sacando el %&;/(() vidrio de la ventana del carro - y no tengo ni la menor idea de cómo podría tratar de arreglar la estufa. Ya estoy mas allá de las lagrimas. No sé que hacer. A lo mejor se supone que debería agradecer que me dí cuenta de que la estufa no funciona, y que la cocina tiene llave de paso (he vivido en casas donde no hay o no sirve) y que pude subir la ventanilla del auto de algún modo, y que la compu funciona aunque sea por ratitos; pero la verdad es difícil verle el lado bueno a todo esto. Y además, me siento culpable, porque según los libros de autoayuda y la “Ley de la atracción” y demás faramalla, nosotros somos responsables de los que nos pasa y atraemos cosas buenas si somos positivos y malas cuando no. Así que, de alguna manera cósmica, yo hago que todas estas cosas malas me pasen y consecuentemente me las merezco por p… y por no tener “fé” en la bondad intrínseca del universo, que solo está tratando de enseñarme algo que no quiero aprender (¿Qué? ¿Qué chintrolas es, que requiere destruir mi espíritu para que yo lo aprenda? ¿O será que lo que tengo que entender es que en este mundo con seis billones de personas, yo estoy de mas y lo que debo hacer es suicidarme pronto y dejar de estorbar?). 

Supongo que así es como colapsan las civilizaciones: primero deja de funcionar una cosa, luego otra, y cuando menos acuerdas, ya te invadieron los hunos (o en nuestro caso, los gringos).

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