Friday, December 17, 2010

Sin garantías

En realidad no existe ninguna razón, ninguna ley, por la cual las cosas deban mejorar, o empeorar, o comportarse de ninguna manera en específico. Vivo en una niebla gris, y no puedo ver mas allá, al futuro. Viajo de una esperanza fallida a otra, y me estoy cansando de esperar, de creer. No hay ninguna razón, en realidad, ninguna garantía de que las cosas vayan a mejorar o a cambiar. Me siento sola, siento que llevo una eternidad nadando sola contra corriente y mis fuerzas se agotan. Ya no tengo ánimos para levantarme en las mañanas. Ya no le encuentro sentido a levantarme por las mañanas, o para hacer cualquier otra cosa. Siento que vivo con tiempo prestado, esperando a que la catástrofe termine de cernirse sobre mi, sobre nosotros. La sensación de que soy un fracaso, de que no valgo nada, se está convirtiendo en una certeza. Me estoy hundiendo… Estoy tragando agua ya, y la única tierra firme que sé cercana para descansar, es el fondo del mar. Antes peleaba y pataleaba como gato boca arriba. Ahora, cada vez mas, la mas pequeña cosa, el menor contratiempo, me hunde en una depresión asfixiante, una incapacidad de razonar, de sentir, de reaccionar, de moverme, de ser nada mas que una mancha, un borrón, un error en esta historia, un personaje sin trama, ni utilidad, ni valor, en esta historia sin sentido, ni argumento, ni final. Que si pudiera, de algún modo borrarme a mi misma del cuento, nadie notaría la ausencia, no habría ningún hueco que llenar. No estoy conectada, no tengo ninguna función, solo existo y no sé para que.
No creo en un mas allá, en ninguna recompensa por portarse bien en esta vida – ni en ningún castigo por portarse mal. Y cada vez me parece, mas y mas, que portarse mal es lo que hay que hacer para triunfar, o de perdis sobrevivir. Y lo haría, de verdad lo haría si supiera como; pero nunca aprendí. No tengo palancas, ni amigos influyentes, ni contactos, ni familiares bien posicionados, ni nada. Ya ni siquiera estoy en edad de acostarme con alguno que sea importante, o de bailar en un antro (pagan mas que por dar clases). Estudié tanto, me esforcé tanto en aprender cosas, creyendo que esa era la manera de tener una oportunidad, que estar preparado era el mejor modo de tener éxito, de hacer una vida. Y me equivoqué.

Anécdota: una vez, en un conferencia de esas en que te convencen para que vendas cosas, el ponente dijo que saber, que estudiar, ni sirve para nada; que cuando vas al super a comprar un kilo de papas, y llegas a la caja, la cajera no te pregunta: "Digame la raíz cuadrarda de 16 - cuatro - Ah, muy bien, aqui tiene sus papas"; no, lo que te piden es dinero. Lo que necesitas es dinero, no conocimiento. El saber no sirve para nada. palabras mas, palabras menos. Fascinante como en dos minutos y con un argumento tan sencillo pudo echar mierda sobre toda mi vida, y todo por loque hasta ese monento me había esforzado por lograr.

Nadie me quiere o me ocupa, estoy tan “sobrecapacitada” para todo, en una sociedad en donde la mayoría de los empleos solo requieren secundaria terminada, que aunque mienta y diga que no terminé la carrera, igual estoy sobrecapacitada. Ni siquiera puedo conseguir trabajo limpiando casas. Y no puedo volver atrás, y ponerme a trabajar en vez de seguir estudiando. Solo había una oportunidad, y yo elegí el camino incorrecto y ya no hay mas chances, no se perdona ningún error, no hay segundas oportunidades, nada. Cada error, por mínimo que sea, se paga hasta la última gota, y con intereses sobre los intereses, igual que hacen los bancos. La vida no tiene piedad, y no perdona nada. No sé “pensar positivo” y cada vez veo mas difícil que pueda lograrlo: llevo un año entero fracasando en todo lo que intento. Y es un círculo vicioso, porque si no piensas positivo, si no tienes buena actitud, fallas, y te siente mas miserable, y menos puedes tener actitud “ganadora” y “conquistar” con tu encanto al fulano que te está entrevistando a ver si te deja trabajar en su changarro.

Me han dicho que soy demasiado ambiciosa, que no soy suficientemente humilde, que borre de mis correos y mi curriculum el hecho de que tengo una maestría. Y también me han dicho que no sé lo que quiero, que tengo que centrarme un una meta e ignorar lo que esta por debajo de eso, que debo sentirme orgullosa de tener una maestría, que no me avergüence de ello, que después de todo me costó mi trabajo lograrlo. Unos me dicen una cosa, otros otra, y sin importar a quien escuche, yo sigo sin poder conseguir trabajo ni limpiando casas. Conozco “muchachas” de 20 a 50 años, que a duras penas pueden leer y escribir, y que ganan mas barriendo y trapeando, de lo que me pagan a mi por hora de clase. Y no me importaría, olvidarme de todo lo que estudié y aprendí y pasarme el resto de mi vida barriendo y trapeando, pero ni siquiera eso puedo conseguir. Ni siquiera eso. Yo ya no sé si me esfuerzo demasiado, o si no me esfuerzo lo suficiente, o que, pero ya no tengo ganas, ya no puedo encontrar las fuerzas para seguir, quiero hundirme, hundirme hasta el fondo y dejar de nadar, borrarme. Estoy cansada. Estoy muy cansada, y ya no le veo el punto.

2 comments:

Anonymous said...

Adrianita, me rompes el corazón, en serio. Despues de todo este tiempo de tirar pa' adelante con el chamaco no le des ahora el gusto al destino . He estado buscando becas de biologia marina en el extranjero (hay un montón, por cierto, muchas convocatorias ya cerradas, pero supongo que buscando mas a fondo se encontraria algo bueno) pero me di cuenta de que ni siquiera conozco tu especialidad o tu area, dejando aparte que no tengo ni la mas remota idea si moverte de la Paz, como ultimo recurso claro esta, te interesaria siquiera :). Cómo la ves, por cierto? La aventura, la incertidumbre en general?

(No les hagas caso a los estupidos, que vender cosas es aburridisimo, ya te lo digo yo ;)

Un fuerte abrazo, Caty

RS said...

El saber la raiz cuadrada de cuatro en el momento justo es lo que te permite ganar mas para comprar mas papas. Que no?
BTW, el pais tiene muchas costas mas alla de la paz. Entiendo que hay universidad en Yucatan. No creo que desprecien a gente preparada.
Saludos.