Camino Real

Camino Real es una colonia que queda afuera de la ciudad de La Paz, sobre la carretera al sur. O casi fuera de la ciudad, pues ya hay casas, casas, colonias y negocios todo a lo largo de la carretera, casi hasta la entrada de Camino Real y mas allá, en la colonia adyacente, llamada Arcoiris.

Camino Real está bien urbanizada, con calles asfaltadas (que se acaban donde empieza Ayuntamiento y Arcoiris I y II, por razones que desconozco). Aunque las casitas son todas iguales, no se ve muy repetitivo, porque hay como tres modelos básicos, y sobre la misma calle hay de los tres tipos de casas, a veces unas de un lado y otras del otro; a veces media cuadra es de un modelito, y la otra mitad del otro. Excepto el fondo de la zona urbanizada, que creo se llama Coral Verde: ahí si son todas iguales.

Hasta hace unos dos años Camino Real y colonias asociadas eran el fin del mundo y por acá no había nada. Ahora ya han puesto muchos negocios, y próximamente abrirán una tienda Ley y según dicen los chismes, un Aurrera. Antes había que irse hasta el centro, o de perdis hasta Plaza La Paz, para comprar un cartulina para la tarea del niño, o cualquier otra cosa, porque no había ni changarritos de la esquina. Ahora no solo hay papelerías, changarritos y hasta cafés Internet, sino también una proliferación de Oxxos, que no sé como le hacen para no quitarse clientes entre si.

Me gusta mas que La Fuente porque las calles están asfaltadas, hay menos polvo y menos perros sueltos – casi ninguno, de hecho. Aquí si puede uno salir a caminar. Hay un parque con juegos para los niños y un centro comunitario con talleres y actividades (parque Aktion Boe – creo que tiene pagina web); hay escuelas (publicas) de kinder hasta bachillerato. Seria la neta del planeta si no tuviera uno que ir lejos para trabajar, porque eso es lo que no hay, fuentes de empleo – a menos que seas dueño de un changarrito o trabajes en el. No tengo pa´ poner un changarro, ni me aceptan de dependiente porque ya estoy muy vieja (que frustrante es que te nieguen chamba por tu edad – eso es algo que “nadien” me dijo cuando era mas joven; en fin).

Es un buen lugar para vivir, si tienes para pagar la gasolina que te gastas al ir a cualquier otro sitio – y si no te estresa demasiado el tráfico, que a ciertas horas del día (de 5 pm en adelante, a veces hasta las 10 o más) se pone bastante pesado. En las mañanas también es pesado, pero en sentido contrario (es decir camino a la ciudad) pero por menos tiempo, nomás el ratito entre 8 y 9 (entrada a la escuela y al trabajo).

Odiaba manejar (y aún no me gusta), pero ahora que tengo que ir mas seguido al centro – chamba y otras cosas – ya me estoy acostumbrando a la manejada, al tráfico, a los mensos que se te cierran o se paran a media carretera porque no saben a donde van, y así.

Es peligroso: hay mas accidentes que antes (aunque muchos, muchos menos que en Cabo San Lucas). Otra cosa mala es que mas allá de Coral Verde, el cerro está lleno de basura y llantas viejas (¿de dónde salen tantas?). De hecho los bordes de la colonia, todos tienen mucha basura tirada en la zona “silvestre” (terreno que no han desmontado para construir y que mas o menos conserva la vegetación original).

Lo que mas me gusta de Camino Real es la luna y los cerros. En la mañana se ven los cerros preciosos; en la noche se ve la luna, sobre los cerros, y solo por eso, me quedaría a vivir aquí toda mi vida, aunque tenga que manejar un horror para ir y venir.

La luz de la luna es una espada plateada que me atraviesa el corazón. Es tan hermosa que a veces duele, pero no puedo beber suficiente de ella, no puedo llenarme los ojos por más que la contemple. Cuando me paro en la calle, en el patio, enfrente de la ventana, y veo la luna, quisiera tener alas, para volar en este cielo oscuro sobre mi, olvidarme del arriba y el abajo; sería casi como sumergirme hasta lo mas profundo del mar, perder el sentido de la gravedad, dejar de estar atada a este cuerpo y a esta tierra en los que me siento tan torpe y tan fuera de lugar.

Algún día quiero tener aquí mi propia casa, y que por la ventana de mi cuarto se vea la luna.