Wednesday, March 18, 2009

Ciudad Gruyere

La nueva modalidad de topes en Cabo San Lucas son los topes inversos o en negativo.
Es decir, una zanja que cruza la calle, en vez de un bulto (tope) que cruza la calle.
A veces están combinados: hay una zanja y a su lado el bulto de tierra (supongo que la misma que salió de la zanja).
Son mortales. Por supuesto que si los topes normales no están pintados y no se ven, los otros menos. No comprendo del todo la lógica de los antitopes, excepto que quizás es más fácil mantener un agujero que un bulto. O tal vez son algún tipo de remanente o vestigio de las barricadas que solían verse a media calle (que parecen haber sido erradicadas – al menos de las zonas por las que yo circulo).
Bueno, semi-erradicadas. Por donde vivo ahora (me cambié) están pavimentando una calle. Para que los coches no pasen y no echen a perder el trabajo y de paso se echen al plato alguno que otro trabajador, con la misma tierra que sale de aplanar la calle y otros menesteres necesarios para pavimentar, hacen unos montones enormes de tierra que bloquean el paso.
No es que sirva de mucho: como aquí mucha gente tiene camioneta, se suben al montón con la camioneta y se pasan igual (por al tarde y la noche cuando no hay trabajadores que les griten). Por donde ha pasado una camioneta pasa otra, y en cuestión de horas hasta los carritos comunes y corrientes se brincan el montón de tierra como si nada. Al día siguiente los trabajadores ponen otro, o le echan más tierrita encima al que ya esta medio aplanado.
Me caen mal los dichosos trabajadores. Se roban el agua; es decir, ocupan agua, no sé para que, y vienen y llenan sus tambos y cubetas en la llave del agua de la casa en que vivo. Es decir, que nosotros ponemos (y pagamos) el agua que usan para pavimentar la calle. Y son cubetas y tambos de 20 a 30 litros, todos los que ocupen llenar durante el día (uno no está, se va a trabajar, así que lo hacen con total impunidad). El otro día le dije al tipo que llegó con toda su concha y su cubetota, que no la llenara ahí. Se enojó y todavía me salió con que el agua no se le niega a nadie. Lo que no sabe es que el dicho se refiere al agua de beber, no a 100 o 120 litros por día para pavimentar la calle (que la ponga el municipio…).


He llegado a una decisión: me regreso a La Paz. Este agujero del infierno no me gusta, no me gusta, y no me gusta. Si tengo que empezar de nuevo – otra vez – cuanto mas pronto lo haga, mejor. Así que me regreso, este verano, a como dé lugar. ¿Pa´ qué alargarla y hacerla de emoción?

Nomás que no tengo chamba ni casa ni dinero ahorrado - Cabo San Lucas es tan caro, que aunque gano como dos mil pesos al mes mas que en Querétaro, aquí me alcanza solo para rentar un cuarto en casa de alguien mas y pagar la colegiatura de mi hijo, que tiene que estar en escuela particular, de producto de gallina, pues con el horario de las escuelas de gobierno no alcanza para que se esté en algún lugar seguro mientras yo trabajo. Pagar porque alguien me lo cuide, y lo lleve y lo traiga me sale casi igual que meterlo en escuela privada. ¿De que sirve ganar “una lana” si mi calidad de vida es menor que la que tenía con menos dinero? Por no hablar de lo nefasta que es el ambiente de esta ciudad, lo grosera que es la gente y todo eso.

Me voy, aunque no tenga trabajo ni casa… igual así llegue a La Paz el verano pasado, y cuando me vine a estudiar; y así llegué a Ensenada, embarazada y sin conocer la ciudad, y así regresé después a hacer el doctorado, cargando niño y gatos, etc., etc…

Tiene que poderse; tiene que funcionar: como decía una amiga “tú tienes que hacer que funcione”.
Se agradecen los buenos deseos y que pongan changuitos por mí.

Es en serio – se supone que el pensamiento positivo influye en el mundo y todo eso. He decidido que hay que creer en eso, y tener fé en la posibilidad de que te vaya mejor, porque si no tienes ninguna esperanza ¿para que esforzarse? ¿Para que luchar? Y como yo no puedo rendirme (tengo un hijo que criar) pues he decidido voluntaria y conscientemente creer (en la medida que mi escepticismo me lo permite), creer que puedes influir las partículas subatómicas con la energía de tu pensamiento, por que, como dice Paulo Coelho “el universo conspira para que logres tus deseos”.

Deseo irme a vivir a La Paz.
Por favor, conspiren conmigo (toda ayuda es poca).

1 comment:

Anonymous said...

De todo corazon te deseo lo mejor en tu cambio de ciudad.
La gente buena se merece que le sucedan cosas buenas. No es que te conozca, no presumo de hacerlo. Sin embargo, tus actitudes, la manera en que sugieres que haces las cosas y la manera en que piensas sobre las cosas me hacen pensar que eres o quieres ser justa. Para mi, ser justo es ser bueno.
Por otro lado, en este momento de mi vida, yo no tendría el valor de volver a empezar, aunque el cambio sea fisico y no moral, el cambio es difícil. Por esto te felicito. No sé tu edad, pero al ser madre y doctora no puedes ser ya una jovencita. Esto prueba que la edad es cuestión mental. Se requiere de juventud y energía, para volver a empezar, por el solo deseo de mejorar. La verdad es que es admirable y de nuevo, de todo corazón te deseo éxito.
No dejes de escribir.
Saludos.