Friday, May 28, 2010

Piñatas

En la última fiesta infantil a la que fuimos, mi hijo regresó deprimido porque no le tocó dulces de la piñata.

Me dijo:

-No me aviento por los dulces y los demás sí, y tiran patadas y mi no me tocó nada…-

¿Qué le iba a decir?

- No te avientas por los dulces porque yo no te enseñé a ser avorazado y grosero y tirar patadas y golpes -.

Pero…

Siento que le estoy enseñando los valores morales del siglo pasado – o antepasado. Pero no necesariamente los mejores para “hacerla en la vida” hoy en día. Después de todo ¿no dicen por ahí que “el que agandalla no batalla “ y que “el que no transa no avanza” ?


Y así, de repente me pregunto ¿de verdad le estoy enseñando a mi hijo lo mejor para él, a largo plazo? Porque lo que yo veo es que ser honesto, trabajador, no agobiar a los demás, no empujar y pisotear, no abusar, mentir ni traicionar, nomas no sirve… Yo no he hecho ninguna de esas cosas y aquí estoy, valiendo madres, tratando de sacar dinero de la piedras para comer, al punto que mi hijo me pide cinco pesos para llevar a la escuela y no tengo para darle cinco pinches pesos… Es el niño con mas educación de todo el salón, el único al que le gusta leer, el que tiene mejor vocabulario y se expresa con mas propiedad – todo esto dicho por el maestro actual y también por la maestra que tenía hace seis meses. ¿Y de que le sirve? No tiene cinco pesos para comprarse los cacahuates que sus compañeritos - hijos de albañil, cuyas madres ven telenovelas todo el día y que ni se molestan en ir a recoger al niño de la escuela, o en ir a las juntas para padres, si tienen.


¿Qué estoy enseñándole a mi hijo? ¿Debería decirle: aviéntate, escupe, muerde y patea, si es necesario, pero apaña todos los dulces?

¿Qué le estoy enseñando? ¿Por qué le inculco una forma de pensar que no sirve?

Admito en publico que compro películas piratas y me responden que que mal que haga eso. Y me siento mal por lo que me dicen. ¿Por qué? Porque fui sincera – otra “cualidad” de la edad media. La gente “de éxito” dice que cumple las reglas y no lo hace. Pero no está bien afirmar que no cumples con las reglas, no está bien decir que la honestidad y el trabajo son pura… y que lo que sirve es tener cuates funcionarios en los puestos correctos. Hay que quedar bien socialmente, y eso es decir que las cosas “deben ser” de cierto modo, aunque las hagas de una manera mas practica y sucia en la realidad. Doble moral, le llaman. Y dicen que eso es malo e hipócrita. ¡¡¡PERO TODO MUNDO LO HACE!!! O al menos todos los que cuentan…


Si cumples con las reglas se aprovechan de tu “nobleza” que hoy en día más bien se conoce como pendejez. Hay que decir que haces las cosas bien, pero hay que hacerlas como en realidad funciona, porque si no te quedas valiendo madres.


Me rindo. Ya no me importa. Renuncio a mis “principios caballerescos” y a mi “ética”. Solo quiero tener que comer, y que mi hijo pueda llevar cinco pesos a la escuela para comprar cacahuates igual que los otros niños, y que ya no tenga que sentirse paria, el único de la fiesta que siempre se queda sin dulces.

1 comment:

RS said...

Hola

Primero que nada, me tomó mucho tiempo regresar a leer tu blog. Y me entristece de cierta manera ver lo que comentas. Me entristece en el sentido de que la gente debería toda ser amable y generosa, y no la poca que hay dejar de serlo.
Lástima que nadie nos enseña a ser padres, y es verdad, debería de haber un curso, o algo asi. En mi opinion y experiencia como padre, yo creo que no debes sufrir, al menos no demasiado por cosas como las de la piñata (y no es que yo sea de piedra, de verdad me llegó lo que escribiste) cuando le sucedan a tu pequeño. El mundo, el pais y tu ciudad necesitan de gente que sea lo suficientemente sensible como para reconocer una injusticia cuando la ve. Si tu hijo, aunque sea con un cierto grado de sufrimiento, pero con la suficiente lucidez como para poder entender (o no) lo que ha sudecido, sera en un futuro capaz de sentir empatia, y de mejorar el mundo en un poco, pero mejorarlo al final. Gente asi, debe ser siempre asi. Es la esperanza de este triste pais sin esperanza, y si de cierta manera dejamos que los hijos no sientan un poco, que no sufran un poco, acabamos criando consentidos y buenos para nada que acaban... de diputados. Que triste la realidad de nuestro pais. Pero al final es la humanidad la que nos juzga. Prefiero nunca ser diputado, pero si recordado con cariño por mi familia y amigos. Eso le digo a mi hijo. Duele, porque a veces, como en tu ejemplo, sufren, pero por un lado a eso venimos al mundo (esa bola de apirañaditos en la piñata nunca van a pasar del corredor, te apuesto 100 a 1 o sea que la pagamos tarde o temprano), y por el otro, asi se madura y se hace la gente resposable y positiva... y amable y empática.
En menos palabras, no creo en el karma, y con Norberto al frente cuesta creer en Dios, pero la causa y el efecto son innegables. Cada quien cosecha lo que siembra.