Tuesday, September 13, 2005

Derrota

Odio mi papel de madre-bruja; la que grita, la que da nalgadas y manazos, la que quita juguetes y privilegios. Lo ODIO.
La que pega, la que habla golpeado, la que se enoja y se requetencabrona.
¿Entonces, por qué? ¿Por qué lo hago? ¿Por qué a veces no puedo contenerme? ¿Por qué grito como energúmeno, por qué no sé hallar otra salida? ¿Por qué si no es por la buena es por la mala y por qué la buena se agota tan rápido?

¿Por qué?

¿Cómo podría uno evitar caer bajo las ruedas, bajo la horrible presión del mundo externo? Hay que hacer la tarea. Hay que hacerla y punto; pero ¿cómo evitar que se convierta en una tortura mutua? Sabes que si el niño no hace la tarea, la maestra te lo va a rebotar. Sabes también, que porque le pegaste en un paroxismo de rabia y frustración, la maestra se va a enterar, porque los niños sueltan todo.
Me preocupa mi “imagen” frente a las maestras y frente a las otras mamás; me preocupa también ser una ogra con el pobre chamaco; me preocupa que no haga la tarea, que no aprenda a escribir, que repruebe la primaria (aunque aun esté en el kinder).
Ser mamá es horrible; horrible; no se lo deseo a nadie. Nunca quedas bien, ni contigo misma, ni con el mundo exterior, ni con tu hijo. Le fallas si no lo obligas o logras de algún modo que haga la tarea; le fallas si lo golpeas; le fallas si te preocupas y le fallas si te vale madres.

Fallas si te haces pedazos y te sientas a llorar; fallas si revientas y gritas; fallas si no le dedicas tiempo y fallas si no dedicas tiempo a termina la p... tesis (porque te quedas con la deuda conacyt y sin el “beneficio” del título, con el que, en teoría, puedes obtener - ¡ja! – un mejor trabajo y mejores oportunidades para ti y el chamaco).

No importa que hago, pierdo.

1 comment:

Anonymous said...

Hola,

despues de estar buscando en google algo relacionado con deuda en conacyt (para saber cuánto se debe al final de la beca en caso de que me aprueben), me encontré con este blog.
Por un lado, te digo que te comprendo en el sentido de que yo también soy padre, con un niño en Kinder, y la verdad si creo que la situación es difícil, económicamente hablando. De cierta manera quiero decirte que no pierdas la esperanza, pues has hecho cosas muy positivas que muchas otras personas no harán (ni podrían hacer) nunca: Primero, tener un hijo. De verdad cuánta gente hay que quiere y nadamás no puede. En un paralelismo, recuerdo que cuando era alumno de carrera, varios de los egresados estaban diciendo que no hay trabajo afuera. Pensé para mismo: "Ese es un problema que yo ya quisiera tener", pues me faltaba bastante en la escuela. De cierta manera, los problemas de la paternidad y maternidad son cosas que muchois quisieran tener. Segundo: más allá del "caché" que te da tener una maestría y un doctorado, le estás dando un ejemplo increíblemente positivo a tu hijo; lo más valioso en la vida que puede tener un humano es el conocimiento, y más allá de un doctorado, creo que hay casi nada en términos de educación.
Además, por supuesto que es difícil encontrar empleo, y si lo encuentras, casi nunca se relaciona con lo que sabes. Yo diría que paciencia y humildad (a falta de palancas en este nuestro país) son la clave para conseguir un trabajo y ascender en este.
Saludos y mucha suerte