He estado pensando sobre el gobierno,
las elecciones, el caso de Finlandia y todo eso, y recojo aqui mis
ideas, a ver si inspiran a algun ideólogo que pueda desarrollarlas
mas. El problema con el gobierno, en México y en donde sea, es la
corrupción, el abuso de poder, la acumulación de riqueza en manos
de unos pocos, y de ahí, la pobreza de otros muchos; por no hablar
de las políticas que llevan a unos – los abusivos – a declarar
guerra a los otros, para satisfacer el deseo depoder y dinero de unos
pocos, haciendo que otros muchos maten y sufran (como hace Estados
Unidos todo el tiempo, matando gente a lo... por quererse adueñar
del petróleo de otros países, por ejemplo). Cuando “estabamos”
en campaña, no dejaba de preguntarme ¿por qué no hay otro? Ninguno
de los candidatos me convencía – ni me convence. Regresando a
Estados Unidos, allá estan peor: solo tienen dos opciones, y la
verdad, es que ambos son la misma gata pero una más revolcada que la
otra... ¿Acaso el problema es que no tenemos opciones? ¿Que
opciones hay? Capitalismo o socialismo/comunismo; derecha o
izquierda; radicales o conservadores...
No.
¡NO!
Nos tapan los ojos
con esas pen..., para que no veamos que en realidad ninguno de
ambos es la solución. El problema no es la derecha o la izquierda, o
el capitalismo: el problema es tener un gobierno central, y una
burocracia rampante, que favorecen la corrupción, el nepotismo y el
amiguismo, la acumulación de poder y el pago de “favores”,
etcétera, etcétera. No hay que votar por la izquierda, no vamos a
solucionar nada corriendo como hamsters en nuestra rueda, sin
importar si corremos para acá o para allá. Hay que romper la jaula
y salir de la caja; inventar otro sistema de gobierno, totalmente
diferente.
¿Como qué? Pues estas son mis ideas al respecto.
Debemos
dejar de tener una organizacion de arriba-abajo, con un gobierno
central donde unos pocos toman todas las decisiones y controlan a
todos los demás. En vez de eso, crear un gobierno de abajo-arriba
(bottom-up en inglés) que es la forma en que se organizan las
neuronas de nuestros cerebros y los hormigueros, entre otros sistemas
naturales. Y a las hormigas y abejas no les va nada mal. Este
“gobierno” se organizaria por “celdas” o unidades de
producción: ranchos/granjas/ejidos, fábricas/cooperativas. Ni
capitalismo ni comunismo: da igual si la fábrica tiene dueño o “es
de todos”. Cada unidad que produzca algo para la sociedad debería
tener su consejo, y un representante. Esto incluye hospitales,
cadenas de radio y televisión, policía, servicio de limpia,
escuelas (y luego me extiendo sobre las escuelas, que necesitan una
reforma radical, también). Todas las unidades de producción o
“celdas” de una zona en particular se reúnen y discuten que
necesidades de gobierno y organización existen para esa zona, y como
satisfacerlas: agua, electricidad, carreteras, etc. Cada zona tendrá
a su vez representantes, que se reunen y discuten lo mismo, pero a
nivel local, y luego a nivel regional, y asi hasta un nivel que
incluya todo el territorio. Cada zona, localidad, región, etcétera,
debería estar delimitada no solo por razones económicas y de
población, sino también por factores naturales (clima, recursos,
agua, y todo eso). ¿Como evitar que esos representantes se corrompan
y terminen siendo como los que ya tenemos? Es decir, ¿como realizar
un cambio real, y no como dice Rius “cambiar todo, pero solo de
dueño”? Esta es la parte radical.
Primero: Cada representante o
“político” no puede durar en su cargo o combinación de
diferentes cargos, cualquiera que estos sean, mas de tres años. Una
vez que has sido “político” por tres años, se te acabó el
veinte, nunca podrás volverlo a ser, aunque te cambies a otra unidad
de producción, o a otro lugar del país.
Segundo: ser “político” es obligatorio (como el
servicio militar) para todos los ciudadanos entre 25 y 35 años;
hombres y mujeres, todos deben cumplir un año (mínimo) de servicio de
gobierno OBLIGATORIO.
Tercero: estos cargos de gobierno, dependiendo
del cargo, las circunstancias de la unidad de producción y de la
persona etcétera, serán honorarios – sin remuneración económica
alguna – o bien, durante tu tiempo de servicio se te pagará el
salario mínimo, ni un peso mas. Así, todas las personas productivas
del país, sabrían, en carne propia, la chinga que es tratar de
gobernar a otros, y de solucionar problemas y cargar con la
responsabilidad; y también sabrían lo que es vivir con un salario
mínimo. Los dueños de las empresas podrían ser su propio
representante, pero solo por el mismo periodo no mayor a tres años
acumulativos; de ahí en mas tendrían que confiar en el buen juicio
y la capacidad de sus empleados. Buen motivante para contratar a la
gente por su capacidad y su preparación, y no porque son cuates o
parientes. Y motivante a capacitar a los empleados – y habiendo
invertido en ellos – a conservarlos.
[Ahora se me ocurre que los
profesionistas “individuales” - como consultorios particulares y
“microchangarros”, podrían formar asociaciones que funcionarían
como las dichas unidades de producción, para poder también
participar en el gobierno – despues de todo sería obligatorio]
No me voy a extender aqui sobre las escuelas, pero del nivel
secundaria para arriba, las escuelas deberían ser escuela-granja y
escuela-fábrica, donde los chicos tendrían que producir “de a
deveras” alimentos y objetos, trabajando en ello por turnos, y
tomando clase por turnos, donde, en la medida de lo posible, todas
las horas de teoría se relacionarían con la práctica. Asi
aprenderían, en carne propia, lo que cuesta cultivar cada jitomate,
lo que vale cada litro de leche, y lo que es hacer una silla o unos
pantalones, y cuales son los principios físicos, químicos y
biológicos implicados; cual es la historia de ese descubrimiento o
mejora tecnológica; y por supuesto, las matemáticas necesarias para
hacer funcionar una granja o fábrica. Y habiendo aprendido esto
desde chicos y por experiencia propia, cuando les llegara el turno de
“gobernar” como adultos tendrían una mejor idea de lo que vale
el trabajo y lo que cuestan los recursos, y de las consecuencias de
contaminar, de no tomar precauciones, de no cumplir con lo que te
toca, etcétera.
En fin, que todo esto es un esbozo, una noche sin
dormir, dándome vueltas en la cama. Seguro que se puede mejorar, o
idear algo totalmente distinto. El punto es, no tenemos solo dos
opciones. Sí, hay que tumbar el sistema porque es corrupto y no
funciona mas que para unos pocos; pero ¿y luego? Si quitamos este
gobierno ¿qué vamos a poner en su lugar? ¿Para que “matar” al
tirano, si luego sube otro igual al poder? Creo que hay que pensar en
esto bien. Destruir es muy fácil, comparado con crear. De nada sirve
quitar a Peña Nieto, si luego se pone de presidente algun otro jijo
de... (y la verdad sea dicha, AMLO tampoco es de mi confianza, y la
Josefa menos). El problema no se va a solucionar cambiando de presidente, o de partido en el poder. Hay que cambiar todo el sistema, la educación, y nuestra estructura mental. Mientras sigamos creyendo que "el que no transa no avanza" y "el que agandalla no batalla" nos van a seguir (disculpando mi francés) "cogiendo por detrás".